2001: Una odisea del espacio

La imagen que aparece al comienzo del blog corresponde a la famosa escena de la genial cinta de Kubrick, en la que unos simios descubren un monolito que les lleva a un estadio de inteligencia superior.
En este caso, el monolito ha sido 'retocado' para figurar la portada del libro Econometric Analysis de William H. Greene. Las interpretaciones se dejan al juicio del visitante...

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sábado, 5 de marzo de 2011

PROTESTA, QUE ALGO QUEDA

Hoy me gustaría hacer mención a un excelente artículo de opinión publicado en The Independent el pasado 29 de octubre de 2010, que bien podría aplicarse al caso español.

En el artículo se comenta que hay un creciente enfado invadiendo toda Gran Bretaña, aunque dicho enfado está acompañado de un sentimiento de fracasada impotencia. Según Johann Hari, estamos furiosos, pero sentimos que no podemos hacer nada. Hay un sentimiento general de que hemos sido vendidos por fuerzas más poderosas y arteras que nosotros y de que todo lo que podemos hacer es sentarnos y esperar a ser golpeados. Este sentimiento es falso. No tiene porqué ser de esta manera, si nos juntamos los suficientes como para actuar y pararlo.

De hecho, las protestas pueden producir un efecto invisible que dure generaciones. Para ilustrar este efecto, Johann Hari nos cuenta lo siguiente:

Un pequeño grupo de mujeres de Iowa perdieron a sus hijos al comienzo de la guerra del Vietnam, y decidieron fundar una organización de madres contra la guerra. Esta organización convocó una manifestación de madres de soldados en los alrededores de la Casa Blanca, y tan sólo seis madres se presentaron en aquel día nevado. Aunque más tarde se convirtieron en importantes portavoces a nivel nacional, siempre recordaron aquella manifestación como una humillación.

Hasta que un día en los años 90, una de ellas leyó la autobiografía de Benjamín Spock, una amada y respetada celebridad, el 'Ophra' de su época. Cuando hizo pública su postura contra la guerra en 1968, tuvo lugar un punto de inflexión en la opinión pública americana. Y en dicha biografía explicó el porqué de dicho cambio. Cierto día nevado había sido convocado a una reunión en la Casa Blanca para ser informado en relación con los éxitos de la guerra, y en la entrada vio a seis mujeres de pie en medio de la nieve coreando consignas a solas con sus pancartas. Esta visión le perturbó durante años. Si estas mujeres eran lo suficientemente valientes para protestar, se preguntó a si mismo, ¿porqué no lo soy yo? Ellas fueron las causantes de que encontrara el coraje para adoptar su postura que, a su vez, cambió las mentes de millones de americanos y provocó que la guerra acabara antes. Un hecho que ellas pensaban que era una humillación realmente cambió el curso de la historia.

El columnista termina diciéndonos que podemos esperar sentados a ser vapuleados por los banqueros y las corporaciones y sus lacayos políticos si queremos. Pero es una ficción creer que eso es todo lo que podemos hacer. Podemos actuar en nuestra propia auto-defensa, porque aunque no lo creamos la protesta funciona y las pruebas lo demuestran.

Si quieres leer el artículo completo aquí tienes el enlace:

Johann Hari: Protest works. Just look at the proof